La
esperanza de vida de la población ha aumentado... Pero
vivir más años no significa vivir mejor. Envejecemos. Nuestro cerebro,
como parte fundamental de nuestro organismo, también envejece, pero, ¿hasta qué
punto hay que resignarse a la pérdida de las facultades mentales derivadas de
la edad?
Sabemos
que en el envejecimiento normal se presenta un declive de las funciones
cognitivas, específicamente en memoria, atención, velocidad del procesamiento
de la información, etc. Este deterioro cognitivo depende tanto de factores
fisiológicos como ambientales y está sujeto a una gran variabilidad
interindividual.
Con el paso de los años, evidenciamos un
menor rendimiento en algunas funciones mentales.
Hasta hace muy poco, ese deterioro se asumía como un hecho irrevocable. Sin
embargo, en los últimos tiempos la comunidad científica ha puesto su punto de
mira en un fenómeno relevante a nivel cerebral.
Ese fenómeno es la neuroplasticidad.
La
neuroplasticidad es la capacidad de generar de manera constante nuevas neuronas
y nuevas conexiones entre neuronas. Aunque se da de forma más intensa en la
infancia, también está presente en la edad adulta. Esta realidad convierte al
cerebro, en el ámbito práctico, en algo parecido a un músculo, por lo que debe
ser ejercitado de manera correcta para producir millones de conexiones nuevas.
El
cerebro debe recibir el trato adecuado. Así, aunque a nivel celular puede que
se den cambios en nuestras células
nerviosas, es posible mitigarlos, funcionando al mismo nivel que en edades más
jóvenes, e incluso mejor en algunos aspectos.
Con EL GIMNASIO CEREBRAL, se busca fortalecer las distintas
áreas cognitivas de cada persona. Con
programas personalizados y diseñados por la neuropsicología, son ejercicios de
entrenamiento donde se trabaja la atención, la memoria, el lenguaje, la velocidad
de procesamiento, etc.
¿A qué esperas para apuntar a tu cerebro
al gimnasio?